lunes, 31 de mayo de 2010

LOS NUEVOS RETOS DE LA GESTIÓN MUNICIPAL

Según una encuesta de opinión de CPI hecha en abril de este año, de 37 alcaldes distritales en Lima, 20 gozaban de una aprobación en su gestión de más de 50% y 28 de ellos con aprobación mayor a 40%. Hasta las elecciones del año 2003 muy pocos alcaldes en Lima terminaban con un nivel de aprobación similar. ¿Se debe esto a una gran Gestión Municipal de los alcaldes elegidos o existe alguna otra razón como hipótesis?

Con excepciones, la explicación puede no necesariamente encontrarse en una magnífica gestión municipal cumplida por los actuales alcaldes, sino en el crecimiento económico que experimenta el país desde hace algunos años. Ello ha repercutido en que muchos de los alcaldes se hallan encontrado con crecimientos presupuestales del orden de hasta 50%, en relación a cuando iniciaron su gestión. 

Por ejemplo, el municipio de San Miguel incremento su presupuesto respecto del año 2006, de cerca de S/. 30 millones de Soles a S/. 50 millones de soles para el ejercicio 2010, que aún no concluye. Un incremento porcentual del orden del 67%. Lo mismo observamos en el Municipio de Jesús María donde el presupuesto de ingresos para el año 2007 fue de S/. 28.8 millones y el modificado del año 2010 asciende a S/. 42.8 millones (un incremento de 48.6%). El Municipio de Santiago de Surco tenía un PIA (Presupuesto Institucional de Apertura) de S/. 94 millones en el 2007 y ahora en el 2010 tienen un PIA de casi S/. 147 millones (un incremento de 56%). Lo mismo ha ocurrido en todos los distritos y provincias del país, aunque con mayor énfasis en Lima y algunas regiones mineras.

En ese contexto un alcalde que no haga obras, o es un completo incompetente o es un bellaco ladrón. Sin embargo, lo más resaltante de todo, es que la mayoría de las obras que observamos en los distritos, son de desarrollo urbano, es decir ligadas a la construcción de pistas, veredas, monumentos, etc., como dicen algunos las llamadas “obras de cemento”. 

Y no es que fueran innecesarias dichas obras, de seguro que se requerían, porque el estado en que se encontraba la ciudad era calamitoso. Pero falta bastante para otro tipo de desarrollo mucho más fino ligado a los derechos y al respeto de los ciudadanos, el desarrollo social y cultural, el desarrollo económico local sustentable, la modernización de la gestión municipal que facilite la vida al ciudadano, la seguridad ciudadana electrónica, la transparencia, etc., en buena cuenta, aspectos que no son tan visibles a los ojos, pero que se sienten y valoran los ciudadanos. Es todo aquello que llamo el "bienestar subjetivo".

La ciencia económica nos diría que el crecimiento va cambiando también las preferencias de los ciudadanos por el manejo público, y me aventuro a decir que los nuevos alcaldes que salgan elegidos, deberán ser mucho más finos en su gestión y sensibles con las aspiraciones de los vecinos si quieren ser catalogados de exitosos. Deberán tener en cuenta que las preferencias van a ir mutando, y dejando de ser un problema las pistas, veredas y el cemento, y más importante será la sensación de seguridad, la preocupación por el medio ambiente, la preocupación por mayor equidad y participación.

Menuda tarea… así que a trabajar alcaldes sea dicho y dejarse de shows. Y usted vecino, piense bien antes de votar que es lo que realmente necesita, piense en eso que le brinda bienestar pero que muchas veces resulta difícil decir con palabras y quien se lo puede brindar, que los regalos y bailecitos en épocas electorales son cantos de sirena y ya no deberían engañar a nadie.