miércoles, 25 de marzo de 2009

MAS MUERTES EN LAS PISTAS


El caos que vive el transporte público a nivel nacional y sobretodo en Lima, es un trágico ejemplo de los efectos tan distantes que las políticas públicas pueden tener en el corto y largo plazo, cuando no se toma en cuenta la conducta oportunista. En los años ochentas el deficit de transporte se había convertido en un problema importante en el país. En aquella época aún teníamos un servicio público de transporte llamado ENATRU y unas pocas compañías privadas con buses en mal estado de conservación que cubrían la demanda de una Lima que había crecido en Población y tamaño a un ritmo incesante.

En esas circunstancias, a inicios de los años noventas, algún funcionario trasnochado, que de seguro estaba asesorado por un chico recien llegado de estudiar un Master en alguna universidad extranjera de renombre y que solo se aprendio la mitad de lo que te dicen los libros de economía, decidio que la mejor forma de solucionar el déficit del transporte que vivía Lima en los ochentas y de pasada atenuar un poco el ajuste económico que generó miles de despedidos, era liberalizarlo totalmente, es decir que cualquier individuo sin un mínimo de criterio y capacidad de dicernimieto social pudiera comprar un vehículo y colocarse de chofer de trasporte público. Pero claro para hacerla mas facil, se dejó de llevar a cabo las revisiones técnicas (ya hablaremos de ese tema en otro artículo), se permitio el ingreso de vehículos usados, se privatizo la empresa pública de transporte, se flexibilizaron las licencias para rutas nuevas sin planificación adecuada, se concesionó el otorgamiento de licencias de conducir en un ente privado, entre otras medidas de corte ultra liberal.

Quizá la intención era buena, solucionar el problema del deficit de transporte en el corto plazo, y efectivamente nos alivio en el corto plazo el no tener que incomodarnos en tomar dos buses de Enatru para ir a trabajar colgados del estribo, pero como siempre no se tomaron en cuenta las concecuencias a largo plazo donde aflora con mayor énfasis la conducta oportunista de los individuos y que se refleja en la informalidad que se vive hoy en dicho sector. Algo más de 15 años despues, somos uno de los países con el mayor caos de transito y con una alarmante cifra de muertos en accidentes de transito que rebasa varias decenas en la última década. Es cierto si, que durante ese lapso algunas medidas se han dado para recuperar el orden (SOAT, cinturon de seguridad, reinicio a medias de las revisiones técnicas), pero aún falta un gran esfuerzo para salir de esta crisis, donde ya existen múltilples intereses que se oponen al orden y viven de las gananacias creadas del oportunismo.