lunes, 25 de abril de 2011

LIE TO ME



Este lío de las elecciones, a puesto a todos los peruanos en una disyuntiva difícil de asimilar. El otro día leía el Plan de gobierno de ambos candidatos  que quedan y ciertamente no sabía si llorar o reír. En ambos casos, existe lugar para la desconfianza y la desazón.

Por un lado está el Plan de Ollanta, que ciertamente parece haber sido hecho por alguien que tiene muy buenas intenciones, pero cuyo diagnóstico parece decir "soy pobre porque el otro es rico". Realmente está lleno de una ingenuidad alarmante sobre como piensan los seres humanos, bajo la creencia de que todos somos buenos y por tanto solo nos falta un poquito de ayuda, y eso es lo que el "papa Estado" debe proporcionarle. Más populismo desfinanciado.

Por el otro lado, el Plan de Keiko ciertamente poco dice de como van hacerse las cosas, lo cual es también grave, porque se presta para especular sobre si el estilo de gobierno va a ser el mismo de arbitrariedad en la cosa pública, que tuvimos en los noventas. En este caso, el soberano mercado resuelve todo y por tanto todo se compra, todo se vende, incluyendo las almas. Sólo más mercantilismo con populismo. 

Los seres humanos no son buenos o malos, en realidad son ambas cosas. En un minuto puede pasar de ser un villano a ser un héroe y lo contrario también. Así que, ni fundamentalismos de mercado ni fundamentalismos de Estado. Ambos se complementan, no se atropellan. 

Por ahora, los dos candidatos están tratando de ganar a los indecisos, pero en ambos casos se observa una trama digna de shakespeare, que va ha ser difícil de desentrañar. Yo por ahora estoy más bien como en la serie "Lie to me" tratando de ver quien esconde cosas más graves, pero igual decidiré por uno de ellos. Eso del voto en blanco o viciado no me convence. Debemos asumir nuestra responsabilidad.

De todas formas, la ciudadanía debe forzar a ambos a decir lo que piensan y de allí descubrirlos y encontrar nuestro destino. Ojala el toque técnico que quiere darle Ollanta a su propuesta sea de verdad recogida y que Keiko de muestras reales de separarse del arbitrario gobierno de su padre.